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LA CARQUESA
LA CARQUESA Comenzábamos la temporada en la finca que el año pasado nos dio tan buenos trofeos, con todo completo. Nos dimos cita a las 8,30 horas en el restaurante la montería de Aliseda, para sortear las posturas como es costumbre en el grupo. Una vez pasado el tiempo de reencuentros procedimos a sortear, ya que el día amenazaba lluvia y queríamos soltar pronto por el estado del terreno para los perros, pues la escasez de lluvia en los últimos meses tenía la tierra seca y dura para los canes. Como siempre se sorteó por armadas que iban saliendo una vez sorteadas, los cierres primero, alguna traviesa estratégica después para completar la colocación de todos los monteros. La poca lluvia y sobre todo el aire y el cambio de tiempo que altera las costumbres de los animales habían hecho que éstos se refugiaran en la mancha, al contrario que los últimos días que continuaban en los llanos, tumbados bajo las encinas y alcornoques de esta bonita dehesa, por lo que los disparos no eran continuos como en otras ocasiones cuando comienzan a entrar las armadas, pero una vez soltaron los perros, ya comenzaron a oírse con más cadencia, llegando a contarse más de 150 detonaciones, pues la gente estuvo acertada a pesar de ser el primer día, no necesitando muchos disparos para culminar los lances. Destacar el puesto 1 del camino viejo donde Julio Fernandez-Trejo abatió tres venados, el 4 de la loba donde Carlos Pérez dio buena cuenta de un venado de gran porte o el 1 de la cochera donde José Mª López abatió una pareja de marranos, con boca aceptable el macho, o el 7 del sopié de las rozas en cuyo puesto el amigo Valentín Cortes abatió 3 venados y 1 cierva, ya que había cupo de las mismas, o el 2 de la cerca donde se consiguió abatir un gran guarro que a la postre dio 111,60 puntos, es decir, Oro por sus anchos colmillos y casi perfectas amoladeras. Cómo anécdota, aunque es más un lamento, comentar que había un venado probablemente plata, que teníamos localizado en una zona y que esperábamos que se matara en la montería, para deleite del afortunado, pero como son viejos y por consiguiente astutos, sólo dio la cara en un puesto que lo vió entre el monte, dudando de que fuera realmente un venado por el tamaño de las puntas de las palmas, que era lo que dejaba ver únicamente, y a pesar de los perros fueron a buscarlo, en cualquier madroña se “aplastó” y no volvió a salir. Al día siguiente uno de los rehaleros al ir a buscar los perros que no habían acudido al camión, logró filmarlo con el móvil, pues seguía en la finca, esperemos que por mucho tiempo y así el próximo año será mejor, aunque también más listo. Como contrapunto la zona de la umbría, se quedó casi sin tirar porque las duras condiciones meteorológicas de las noches anteriores habían volcado los animales hacía la solana. Al final se contabilizaron en la junta de carnes 23 venados, con 5 de gran porte para fincas abiertas, 5 cochinos y 12 ciervas, a pesar de que el número de las mismas va creciendo, la orgánica puso cupo en las pocas armadas que podían abatir un ejemplar, para seguir haciendo gestión en la finca y seguir consiguiendo temporada tras temporada esos buenos trofeos a que cada vez más nos tiene acostumbrados.
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